Un día mamá dijo que teníamos que ir a la finca de la abuela en Veracruz, yo la verdad no tenía ganas de acompañarla pero como no habían quien tuve que ir yo, en fin pensé entre mi que iba a estar súper aburrido, pues bien un viaje desde la Ciudad de México hasta el pueblo de casi cuatro horas, cuando llegamos, nos recibió mi tío, y dijo que iba a mandar a los gemelos a que me hicieran compañía para que no me aburriera...
Esos mocosos llorones me van a ser que yo me la pase bien aquí- pensé, y cual va siendo mi sorpresa cuando veo a uno de ellos, un joven de 18 años alto, guapo, ataviado solo con una playera de tirantes y un short, wow, que hermoso niño.
-Hola – me dijo -Cómo estás- contesté -¿Te acuerdas de mí?, soy Héctor -La última vez que te vi eras un niño que lloraba por que no te habían comprado un Power Ranger –Ja, ja, ja, es cierto pero tenía entonces 9 años
En eso llega el otro gemelo, Wow, que sorpresas da la vida, igual que el otro solo que con un cuerpo más trabajado, sin playera y con un pans, se le notaban una ricas nalgas, ambos con unas piernas de campeonato. Entre mi me dije que había valido la pena de acompañar a mamá.
En fin toda la tarde la pasé con esos hermosos niños, platicando, pero yo estaba más que a mil.
Por la noche ellos cada quien se fue por su lado, Edwin a ver a su novia y Héctor no supe a donde, yo salí a dar una vuelta por la finca, y entre las plantas escuché unos ligeros gemidos, yo por la curiosidad busqué de donde provenía ese ruido, y cual va siendo mi sorpresa, en que Edwin estaba en pleno agasajo con su novia, ella le estaba dando una mamada que mi lindo primo tenia los ojos en blanco, yo la verdad al que veía era a mi lindo primo, y comencé a sobarme la verga por encima del pantalón, tardaron como unos cinco minutos en lo que él terminó en la boca de ella, yo hubiera querido estar en lugar de ella, y bueno pues volví los pasos y al voltearme, encuentro de frente a Héctor, él me mira fijamente.
-¿Quien te excitó más ella o mi hermano? – preguntó. -Ninguno contesté... -¿Y esa erección? -No supe que contestar, solo se que me puse de mil colores. -Si fue mi hermano, yo también tengo lo mismo entre mis piernas, ¿quieres ver? –Ja, ja, ja, solo atiné hacer... -¿Quieres ver que es cierto lo que digo?
Toma mi mano y la dirige a su entrepierna, sentí un trozo de carne hirviendo, un cilindro grueso, en eso oímos que los tórtolos iban saliendo, Héctor me quita la mano de su entre pierna y caminamos en sentido de la finca. Al llegar a la puerta me dice que le agradaría acabar lo que empezamos hace un momento.
Después de cenar Héctor me dice.
-En mi recámara hay suficiente espacio para que te quedes a dormir.
Eso fue música para mis oídos.
-Claro, dije yo.
En la intimidad de su habitación, cuando entramos, lo primero que hizo fue darme un prolongado beso, que yo no me hice rogar y que disfruté mucho, metía su lengua dentro de mi boca, y me mordía con suavidad los labios, no se cuanto tiempo estuvimos así, pero yo acariciaba su fuerte espalda, sus redondas nalgas, y él a su vez también me acariciaba, cuando por fin nos separamos, me dijo: -Me di cuenta desde que llegaste que nos comías enteros a mi y a Edwin -¿Fui tan obvio? -Claro tonto, y la verdad me encendiste que no hallaba la forma de coger contigo.
-Pues ya estamos aquí -¿Y que papel juegas nene? -Soy activo -Que bueno yo soy inter y Edwin pasivo -¿Edwin también le gusta la verga? -Claro ambos somos bi ¿y tú? -También me laten los hombres y la chavas -Pues no perdamos más el tiempo.
Entonces nos comenzamos a besar nuevamente, pero ahora nos comenzamos a quitar la ropa, y, Wow, que buen cuerpo tiene mi adorado y lindo primo, él me mordía suavemente las tetilla, yo acariciaba su espalda al mismo tiempo que le quitaba su playera, me quitó los pantalones y me mordía la verga por encima de mi bikini mientras yo trataba de bajarle sus pantalones, cuando al fin pude hacerlo, apareció ante mí una hermosa verga, (no es una verga enorme como siempre dicen en estos relatos que tienen las personas, pero si hermosa) ya que no usaba ropa interior y comencé a pasármela por la cara, se sentía muy caliente, en eso le besé la cabeza y una gota de lubricante apareció por la punta, la cual retiré con la punta de mi dedo, él solo gemía.
-Mámamela primito -¿Eso quieres? -Si eso quiero -Lo que tu digas nene -Wow que rico
Y comencé a mamar primero saboreándola, pasaba la lengua por todo el tronco y después de un instante me la metí en la boca, que delicia de verga. Estábamos en eso cuando Edwin entra y nos ve, yo me asusté, pero mi primo me agarró la cabeza para que se la siguiera mamando.
-Órale hermanito no pierdes el tiempo -Te dije que quería verga nuestro querido primito -¿Y que tal te la mama? -Muy rico ¿quieres que te la mame? –Claro.
En eso se saca la verga, más gorda que la de su hermano pero también deliciosa, y me la acerca a la boca y dice: -Chúpala primito -Y pues a quien le dan pan que llore, estaba en eso cuando sentí como Héctor se hincó y buscó mi verga con su mano, y comenzó a masturbarme, y así estábamos, yo mamando verga de Edwin, Héctor y yo acariciándonos nuestras vergas, después nos acostamos, entre besos y caricias, yo agasajándome con los deliciosos cuerpos de mis adorados primos, y ellos con el mío, nos acariciábamos, nos besábamos y nos mamamos las vergas hasta que Edwin dijo: -Quiero que me cojas primito -Con mucho gusto nene -Ponme de patitas al hombro -Como tú quieras bebito
Y comencé a meterle la verga en su agujerito, primero se lo lubriqué muy bien aunque tenía el condón puesto. Que delicia ir sintiendo la tibieza de ese hoyito tan apretado, él gemía de placer y Héctor lo besaba en la boca y acariciaba las tetillas, me lo estuve cogiendo y me apretaba la verga bien delicioso, cuando sentí que estaba por venirme así se lo hice saber, y Héctor me dijo que le echara mi leche en su cara, así lo hice, saqué mi verga del culito de su hermano, me quité el condón y me vine sobre la cara de mi otro primo…
Ellos me siguieron besando y acariciando, yo le sobaba sus vergas, cuando Edwin alertó de su próxima venida, ambos nos pusimos frente a la verga de él un recibimos su lechita en nuestras caras, después comenzamos a mamar la verga de Héctor, y también fuimos recompensados con la leche de él, descansamos un rato, después nos fuimos a bañar los tres juntos, nos volvimos a calentar y a coger de nuevo, esta vez Héctor penetró a Edwin y yo a Héctor, hicimos un trencito volvimos a eyacular.
Después de eso nos dormimos profundamente, al despertar Edwin ya nos estaba en la cama, solo Héctor y yo. En eso como tenia la verga parada, se la pasé por su cara, él se despertó y nuevamente me la mamó y me lo cogí.
Ese día fuimos a la playa conocimos unas nenas y nos la pasamos a toda madre con ellas pero en la noche volvimos a coger los tres. Ahora cada que podemos nos visitamos en nuestras respectivas casas, y cogemos cada vez mejor.
Jueves, 9 de octubre del 2008
PACHO, MI HERMANO MAYOR
Hola me llamo Miguel tengo 19 años y soy el menor de tres hermanos, bueno mi hermano mayor se llama pacho y tiene 24 años, mi otro hermano se llama jairo y tiene 22 años, ambos están bien buenos, pacho practica fútbol y tiene un cuerpo atlético, jhon también tiene un cuerpo bien formado, dormimos en el mismo cuarto ya que hay un camarote y otra cama, arriba duermo yo y debajo duerme jhon y en la otra cama pacho, bueno como jhon está estudiando fuera de la ciudad solo viene a casa cuando termina el semestre yo mientras tanto duermo en su cama.
Nosotros siempre nos hemos tenido mucha confianza la verdad siempre nos desnudamos delante del otro sin ningún pudor, yo a mis 19 años solo había tenido una relación y tenía rato que no volvía hacer nada y ya saben como es eso, andaba siempre con unas ganas y para pasar el rato me masturbaba pensando en mis hermanos, solo lo pensaba nunca intenté hacer nada.
Un día que pacho no había llegado y como estaba en una fiesta no me preocupé y prendí el computador y me puse a ver videos pornos gay, eran como las 12 y de repente entra mi hermano me encontró desnudo con mi pene en mi mano, intenté cerrar todo para que no se diera cuenta, entonces él me dice, veo que te estás divirtiendo, ponlos para yo divertirme también, le dije no, ya no tengo ganas, cuando siento que me quitó del computador y empezó a revisar y me descubrió las fotos y los videos gay, yo me quedé pálido no sabía que hacer, no dijo nada apagó el computador, se acercó a mi y me dio un tremendo bofetón que me tumbó en la cama no dijo nada y se acostó, yo no pude dormir pensando en que le iba a decir algo a mis papas, al día siguiente estaba bien asustado y preparado para lo peor, pero él no dijo nada y por más de una semana ni me dirigió la palabra.
Un día llegué a mi casa como a las 10 y él estaba en el cuarto, tomé aire y entré, me decidí a preguntarle que pensaba, me miró con rabia, y me asustó, le dije háblame, y dijo ¿que quieres que te diga?, que nos has engañado toda la vida, y dime, ¿ya te han penetrado?, le dije la verdad y se puso más furioso, y dijo, sabes lo que más rabia me da, es que buscaste eso en otro lado donde lo has podido tener aquí mismo, como estaba tan asustado no entendí lo que me dijo.
Al día siguiente analicé lo que había pasado y me quedé pensando en lo que me dijo, en la noche yo estaba acostado y él llegó, se desnudó completamente algo que no hacía desde hace una semana, se sentó en su cama y me llamó, me senté en su cama y él me miró a los ojos, me tomó la mano y la puso sobre su pene, sin pensar empecé a acariciar su pene mientras veía como crecía, nunca lo había visto erecto, lo tenía bien grande, me agaché e introduje su pene en mi boca, empecé a chuparlo con suavidad de arriba abajo, lamiéndolo desde sus huevos hasta su cabeza.
Yo lo estaba disfrutando mucho y al parecer él también por que me empujaba con sus manos mi cabeza, él estaba muy excitado y mientras tanto me decía de lo que nos estábamos perdiendo jairo y yo eres una perra, hasta que sentí como su pene explotaba dentro de mi boca, lo tragué todo y él me dijo vete a dormir.
La verdad yo estaba bien, excitado todavía y quería más pero me tocó conformarme con una masturbación, el siguiente día fue normal él empezó a hablarme de nuevo, ya en la noche como a las 11 estaba yo despierto esperando que llegara pero ya tenía mucho sueño y me quedé dormido, después me desperté por que sentí que me estaban acariciando las nalgas volteé y le dije, ¿que haces?, tengo mucho sueño, y me dijo te callas, y siguió acariciándome...
Lo que erizó toda mi piel fue cuando sentí su boca besando en mis nalgas enseguida mi pene se puso erecto, mi hermano seguía, jugando con mi trasero lo mordía, lo apretaba y lo besaba, cada vez se acercaba más y máa mi ano, hasta que lo hizo y empezó a pasar su lengua por el, yo solo empujaba mi trasero hacia su cara y él empezaba a introducir sus dedos en mi ano, empezó a subir su lengua por mi espalda y besaba mi cuello quedando su cuerpo sobre el mío, enseguida acomodó su pene entre mis nalgas y empezó a penetrarme, me dolió mucho ya que tenía rato que no me penetraban pero no me importó, solo trataba de olvidarme del dolor y disfrutar, él me embestía con fuerza y me tenía sujetado con sus fuertes brazos y cuerpo, me penetraba cada vez con más fuerza hasta que se corrió dentro de mi, enseguida se paró y se fue a su cama.
Todo esto pasó en noviembre y en ese mes solo me volvió a penetrar 2 veces más, claro solo cuando él quería, ya se acercaba diciembre y pronto mi otro hermano vendría pero lo que pasó cuando él llegó se los cuento después para no alargar la historia.
Nosotros siempre nos hemos tenido mucha confianza la verdad siempre nos desnudamos delante del otro sin ningún pudor, yo a mis 19 años solo había tenido una relación y tenía rato que no volvía hacer nada y ya saben como es eso, andaba siempre con unas ganas y para pasar el rato me masturbaba pensando en mis hermanos, solo lo pensaba nunca intenté hacer nada.
Un día que pacho no había llegado y como estaba en una fiesta no me preocupé y prendí el computador y me puse a ver videos pornos gay, eran como las 12 y de repente entra mi hermano me encontró desnudo con mi pene en mi mano, intenté cerrar todo para que no se diera cuenta, entonces él me dice, veo que te estás divirtiendo, ponlos para yo divertirme también, le dije no, ya no tengo ganas, cuando siento que me quitó del computador y empezó a revisar y me descubrió las fotos y los videos gay, yo me quedé pálido no sabía que hacer, no dijo nada apagó el computador, se acercó a mi y me dio un tremendo bofetón que me tumbó en la cama no dijo nada y se acostó, yo no pude dormir pensando en que le iba a decir algo a mis papas, al día siguiente estaba bien asustado y preparado para lo peor, pero él no dijo nada y por más de una semana ni me dirigió la palabra.
Un día llegué a mi casa como a las 10 y él estaba en el cuarto, tomé aire y entré, me decidí a preguntarle que pensaba, me miró con rabia, y me asustó, le dije háblame, y dijo ¿que quieres que te diga?, que nos has engañado toda la vida, y dime, ¿ya te han penetrado?, le dije la verdad y se puso más furioso, y dijo, sabes lo que más rabia me da, es que buscaste eso en otro lado donde lo has podido tener aquí mismo, como estaba tan asustado no entendí lo que me dijo.
Al día siguiente analicé lo que había pasado y me quedé pensando en lo que me dijo, en la noche yo estaba acostado y él llegó, se desnudó completamente algo que no hacía desde hace una semana, se sentó en su cama y me llamó, me senté en su cama y él me miró a los ojos, me tomó la mano y la puso sobre su pene, sin pensar empecé a acariciar su pene mientras veía como crecía, nunca lo había visto erecto, lo tenía bien grande, me agaché e introduje su pene en mi boca, empecé a chuparlo con suavidad de arriba abajo, lamiéndolo desde sus huevos hasta su cabeza.
Yo lo estaba disfrutando mucho y al parecer él también por que me empujaba con sus manos mi cabeza, él estaba muy excitado y mientras tanto me decía de lo que nos estábamos perdiendo jairo y yo eres una perra, hasta que sentí como su pene explotaba dentro de mi boca, lo tragué todo y él me dijo vete a dormir.
La verdad yo estaba bien, excitado todavía y quería más pero me tocó conformarme con una masturbación, el siguiente día fue normal él empezó a hablarme de nuevo, ya en la noche como a las 11 estaba yo despierto esperando que llegara pero ya tenía mucho sueño y me quedé dormido, después me desperté por que sentí que me estaban acariciando las nalgas volteé y le dije, ¿que haces?, tengo mucho sueño, y me dijo te callas, y siguió acariciándome...
Lo que erizó toda mi piel fue cuando sentí su boca besando en mis nalgas enseguida mi pene se puso erecto, mi hermano seguía, jugando con mi trasero lo mordía, lo apretaba y lo besaba, cada vez se acercaba más y máa mi ano, hasta que lo hizo y empezó a pasar su lengua por el, yo solo empujaba mi trasero hacia su cara y él empezaba a introducir sus dedos en mi ano, empezó a subir su lengua por mi espalda y besaba mi cuello quedando su cuerpo sobre el mío, enseguida acomodó su pene entre mis nalgas y empezó a penetrarme, me dolió mucho ya que tenía rato que no me penetraban pero no me importó, solo trataba de olvidarme del dolor y disfrutar, él me embestía con fuerza y me tenía sujetado con sus fuertes brazos y cuerpo, me penetraba cada vez con más fuerza hasta que se corrió dentro de mi, enseguida se paró y se fue a su cama.
Todo esto pasó en noviembre y en ese mes solo me volvió a penetrar 2 veces más, claro solo cuando él quería, ya se acercaba diciembre y pronto mi otro hermano vendría pero lo que pasó cuando él llegó se los cuento después para no alargar la historia.
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